Hace diez años estudiaba derecho, y me encantaba la moda, el estilo y los vestidos cortos hoy ya soy una Abogada y me siguen encantando los vestidos cortos, pero también largos, antes no me gustaban los tenis y ahora hasta con vestido me los pongo, alguna vez han pensado en como tu forma de vestir, proyecta tu sentir, para mi es algo trascendental, por ejemplo cuando tenia examen siempre me vestía de azul, para proyectar seguridad, ahora cuando tengo algún evento o una presentación siempre tengo que estrenar un vestido.
Pero creo que , el vestido va mas allá, el pensamiento, las emociones, los sentimientos que impregnan tu forma de querer ver al mundo y la forma en la que el mundo te ve.
Me han pasado tantos acontecimientos en los cuales, la ropa que me ha vestido, cumple con un papel preponderante.
A veces creo que la manera en la cual te vistes, lejos de hablar de lo que representa, tu le das ese valor, a veces el como te vistes viene a configurar esa idealización ante los ojos de la otra persona, o personas.
Tal vez se les haga muy tonto, superficial o una banalidad, el hablar de esto pero a caso ¿no debería traer consigo el mismo valor tu esmero que pones a tu arreglo personal, al momento de escoger tu vestimenta para una cita deseada? una cita de trabajo, una reunión especializada, de amigos, no es un derrumbe, o una calamidad tener un outfit listo, visualizado para una cita y dejarlo así sin estrenar, que diría ese vestido al respecto, me pregunto si sentirá desairado, indeseable, repulsivo , plantado, despreciado, burlado, desestimado, menospreciado, adolorido, triste, derrumbado ¿Porqué dejarlo así? cuando su única finalidad era vestir ese cuerpo que con tanta ilusión deseaba ser visto y soñaba con ese fugaz encuentro.
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