jueves, 22 de mayo de 2008

MISIÓN


Al encontrarme alejada y frente a una "misión" mi pregunta era esta en realidad ¿A que llamamos misión? y mi sorpresa fue mas grande cuando yo me formule esta pregunta, ya que al vivir en una urbe como Guadalajara, uno tiende a ser orgulloso y creerse por encima de los demás y quien me preguntaba anteriormente ¿que es eso? ¿que es eso de las misiones? yo los juzgaba de tontos, como es posible que no sepan y he aquí a la inteligente niña que ve a los demás al raz de sus hombros.

Tomar un camión y viajar durante catorce horas, para llegar a un pueblo que carecía de letrero, me hizo pensar mas de lo que yo imaginaba, así mismo dejar atrás otros pensamientos.
La niña que se creía demasiado, que tiene privilegios, sacia sus gusto y antojos, que no sufre por falta de agua, gas, electricidad, educción y amor tuvo que ceder y agachar la cabeza.

Tal vez esta semana santa fue la mejor vivida, en todo este tiempo que llevo rodando en este mundo, porque si bien es cierto que me traslade a la Huasteca Hidalguense con fines religiosos y una cruz que enmarca mi cuello, una misión va más allá , es mas que hablar de Dios o rezar un rosario a las seis de la mañana, es luchar por un fin y lograrlo, ponerse en los zapatos de otros, vivir sus carencias como propias, para así agradecer y valorar lo que tenemos, sea mucho o poco.
Una misión es trabajar, luchar,vivir, soñar, penar too con el fin de ayudar.

El estar alejado de lo que es mi entorno lo que creía que era mi mundo, me hizo revalorar, pensar como nunca pensé hacerlo, si bien es cierto que mi vida para mi es cómoda y en algunos casos satisfactor de felicidad, darme cuenta de que el dinero que gasto en promedio una noche, equivale a tres días de jornadas pesadisimas, donde estas personas se levantan desde temparano para que alcancé para lo frijoles y las tortillas.
Recordar lo que yo gasto en una región tan aislada no significa otra cosa para mi, que pensar en la niña banal y superflua en la que me he convertido, cuando estoy triste compro ropa, lo que gaste en dos meses lo pude invertir en una anciana postrada en cama, que tiene el mismo tiempo que yo llevo gastando, los mismos dos. meses.

En fin es una experiencia única, increíble que la verdad el estar alejada de "mi mundo" me sirvió en demasía pero creo que nosotros mismos, aquí en Guadalajara podemos hacer nuestra "misión" a diario y dejar atrás esa capa que nos cubre con banalidaes que en verdad ¡nada valen!

En memoria de Doña Alfonsina.