Salpicante espuma que aún me hace recordar...todavía siento la arena en mis pies.
Tus escribias tu nombre en tierra blanca y suave, el se encargo, con sus olas de arrancar las siluetas, tras caminar, salpicando el mar , como nuestros recuerdos.
Tus brazos mojados que envolvían mi ser, los dos empapados, salados, salpicados con fluidos calidos, frescura incandescente que neutralizada volcábamos.
El crepusculo, nos hizo tocar la radiante esfera, tus pies y los mios, sentían en la planta, el fuego que entre nosotros fluía, la espuma de regresar nos recordó.
Al cotidiano.
Y seguimos soñando regresar.
Tus escribias tu nombre en tierra blanca y suave, el se encargo, con sus olas de arrancar las siluetas, tras caminar, salpicando el mar , como nuestros recuerdos.
Tus brazos mojados que envolvían mi ser, los dos empapados, salados, salpicados con fluidos calidos, frescura incandescente que neutralizada volcábamos.
El crepusculo, nos hizo tocar la radiante esfera, tus pies y los mios, sentían en la planta, el fuego que entre nosotros fluía, la espuma de regresar nos recordó.
Al cotidiano.
Y seguimos soñando regresar.
3 comentarios:
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muy bueno solo que creo hubiera quedado mejor si no hubieras separado al final "el cotidiano" de la oracion quiza fue error de la publicacion o quiza asi lo querias eso solo tu lo sabes pero me hizo perder la secuencia un poco, pero de ahi en mas muy bueno.
Me has recordado un poema precioso -triste, pero esperanzado- de Rosella di Paolo. Se titula "Las altas distancias" y dice así
Si yo escribo tu nombre en la arena
y tú escribes mi nombre en la arena
pero en otra playa
es que hemos descuidado las cosas
hemos dejado crecer el mar como hierba mala
y habrá que arrancarlo con cuidado
hasta allanar la arena de esa playa
donde puedas escribir mi nombre y rozar el dedo
que está escribiendo el tuyo despacito.
Besos.
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